Vamos a despedir el mes del glaucoma aportando un poco mas de información acerca de los posibles factores de riesgo, y de las pruebas que se realizan para diagnosticar la enfermedad.
El glaucoma es una enfermedad que generalmente os resulta desconocida y sus síntomas son lentos y silenciosos. Es muy importante la prevención, ya que cuanto antes se detecte antes se podrá aplicar un tratamiento para frenar su avance.
El glaucoma es una enfermedad que afecta al nervio óptico de manera progresiva, causando una pérdida de visión irreversible.
FACTORES DE RIESGO
- Hipertensión ocular (PIO elevada): Tener la presión del ojo elevada es uno de los factores de riesgo más importantes para desarrollar la enfermedad y, de hecho, disminuir la presión es el único tratamiento con eficacia demostrada para frenar el glaucoma.
- Antecedentes familiares: Tener antecedentes familiares multiplica por 4 el riesgo de desarrollar la enfermedad, y por 8-10 en el caso de que los familiares sean de primer grado.
- Edad: La prevalencia de glaucoma, aproximadamente, se multiplica por dos por cada década a partir de los 40.
- Miopía magna: Las personas con miopía alta tienen casi el doble de riesgo que los no miopes de sufrir glaucoma.
- Diabetes: Los pacientes diabéticos tienen más riesgo de padecer glaucoma.
En las fases iniciales se ve afectado el campo de visión periférico, es por eso que el paciente no percibe pérdida de visión hasta fases más avanzadas, cuando la afectación del campo visual es más evidente.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
- Medida de la presión intraocular: Aunque el glaucoma no siempre causa PIO elevada, es el principal factor de riesgo. Aproxidamente el 70% de los glaucomas aparecen con niveles de presión del ojo por encima de la normalidad.
- Campimetría: Es una prueba mediante la que se valora el estado de nuestro campo visual y sus limitaciones.
- Observación de los cambios en el nervio óptico: Mediante retinografía o pruebas más avanzadas como la OCT (tomografía de coherencia óptica).
El tratamiento está encaminado a evitar el daño del nervio óptico y por tanto frenar la pérdida de visión.